El sector de la hostelería está en constante evolución, y cada vez son más los bares y restaurantes que apuestan por aprovechar al máximo sus terrazas o espacios exteriores. No solo por una cuestión de estética o tendencia, sino porque contar con zonas al aire libre funcionales y bien acondicionadas se ha convertido en una ventaja competitiva clave.
Ya no basta con abrir sombrillas en verano o perder espacio útil en invierno: los clientes buscan espacios cómodos donde disfrutar de una comida o una copa sin preocuparse por el tiempo. Es aquí donde entran en juego los cerramientos exteriores: soluciones que permiten sacar partido al espacio exterior todo el año, sin renunciar al confort ni al diseño. Pero, ¿qué tipos de cerramientos son realmente útiles para bares y restaurantes? ¿Cómo elegir el más adecuado?
Cerramientos para invierno y verano: fundamentales en hoteles y restaurantes
Hoy en día, la experiencia de usuario lo es todo: un lugar bonito, cómodo, bien climatizado y con una atmósfera agradable puede ser el factor decisivo que incline la balanza entre un bar y otro. Apostar por cerramientos de calidad es una inversión a largo plazo, que se traduce en poder aprovechar cada metro cuadrado del local.
En zonas donde el clima puede ser variable, es importante que los espacios exteriores se adapten a las diferentes condiciones climáticas según la estación. En invierno, lo más relevante es mantener el calor y proteger del viento, la lluvia o incluso la nieve. En verano, en cambio, el objetivo es ofrecer sombra, permitir la circulación de aire fresco y generar zonas agradables sin un calor sofocante.
La solución ideal no es aquella que pueda ajustarse a las necesidades cambiantes de cada estación. Los cerramientos móviles o ajustables permiten esta flexibilidad, y eso es exactamente lo que los hace tan valiosos para el sector HORECA. Estas soluciones se adaptan al espacio disponible, al estilo del restaurante y a las necesidades concretas del negocio. Las pérgolas bioclimáticas, techos móviles y cortinas de cristal son formas de mejorar el servicio, aumentar la rentabilidad y diferenciarse:
Pérgolas bioclimáticas: control natural del ambiente
Una de las soluciones más eficaces y elegantes para terrazas o patios exteriores son las pérgolas bioclimáticas. Estas estructuras cuentan con lamas orientables que permiten regular de forma natural la entrada de luz, el paso del aire y la protección frente a la lluvia o el sol.
En los meses de calor, las lamas se pueden abrir para ofrecer ventilación natural, evitando el efecto invernadero que a veces se da en cerramientos tradicionales. En invierno, se pueden cerrar para crear un techo que proteja del frío y las precipitaciones. Además, pueden integrarse diferentes complementos, como sistemas de calefacción, iluminación, sensores o incluso música ambiente, haciendo del espacio exterior un verdadero comedor o salón al aire libre.
Su estética moderna y minimalista las convierte en una opción perfecta para todo tipo de ambientes.
Cortinas de cristal: protección sin perder visibilidad
Otra de las opciones más populares son las cortinas de cristal, unos cerramientos acristalados sin perfiles verticales. Son ideales para crear una separación transparente entre el interior y el exterior sin renunciar a la visibilidad ni a la sensación de amplitud.
Durante el invierno, permiten cerrar completamente terrazas o balcones para proteger del viento, el frío o la lluvia, sin aislar visualmente el espacio ni restarle la luz natural. En verano, se pueden plegar o deslizar fácilmente para abrir por completo la zona, favoreciendo la ventilación y manteniendo la conexión con el entorno.
Estas cortinas no alteran la fachada ni requieren obras complejas, y su diseño ligero y discreto se integra perfectamente en cualquier estilo de local: desde un restaurante de prestigio hasta una cafetería de barrio o la terraza de hotel
Techos móviles: luz natural y protección cuando sea necesario
Los techos móviles se han convertido en otra gran alternativa para bares y restaurantes que buscan cubrir zonas exteriores sin renunciar a la entrada de luz. Se trata de cubiertas que pueden abrirse o cerrarse, ya sea de forma manual o motorizada, según las necesidades del momento.
En días soleados, se pueden abrir por completo para disfrutar del buen tiempo. Si el clima cambia, basta con cerrarlos para obtener una protección completa frente a la lluvia, el viento o incluso el granizo. Al estar fabricados con diferentes tipos de acristalamiento, protege el espacio dejando pasar la luz natural.
Su gran ventaja es que permiten modular el uso del espacio, aprovechando al máximo la terraza sin tener que renunciar a ella en días de mal tiempo. Y, al tratarse de estructuras limpias y elegantes, también aportan valor estético al local. Es una solución ideal para espacios de amplias dimensiones, ya que se adapta perfectamente a estos.
En D’Glass, llevamos más de 50 años en el sector de los cerramientos exteriores, fabricando soluciones para locales de hostelería en todo el país. Si estás pensando en transformar tu espacio exterior en una zona útil, agradable y con estilo, estaremos encantados de ayudarte a encontrar la opción más adecuada para tu negocio.