• Mayor protección frente a elementos atmosféricos

Aunque las pérgolas bioclimáticas ofrecen cierta protección contra el sol y la lluvia, la adición de cortinas de cristal permite crear un espacio completamente cerrado cuando sea necesario. Esto proporciona una protección adicional contra el viento, el polvo y otros elementos que podrían afectar a la experiencia al aire libre.

• Control de la temperatura

Las pérgolas bioclimáticas están diseñadas para regular la temperatura de manera natural, aprovechando las corrientes de aire y el sombreado inteligente. Sin embargo, en determinadas situaciones, como en climas extremos o durante las estaciones más frías, una pérgola bioclimática con cortinas de cristal puede ayudar a retener el calor y mantener un ambiente cómodo. Las cortinas de cristal actúan como un aislante adicional, permitiendo que disfrutes de nuestra pérgola durante todo el año. Además, permiten aclimatar el espacio con calefacción y aire acondicionado sin perder nada de frío ni calor.

• Reducción del ruido

Las cortinas de cristal en una pérgola bioclimática cerrada pueden ayudar a reducir el ruido exterior, ya que el cristal actúa como una barrera acústica, bloqueando los sonidos no deseados y creando un ambiente más tranquilo y relajante. Esto es especialmente beneficioso si utilizas tu pérgola como un espacio de descanso o como un lugar para disfrutar de la tranquilidad.

• Versatilidad y adaptabilidad

Las pérgolas bioclimáticas con cortinas de cristal que fabricamos en D’Glass ofrecen gran versatilidad, ya que las cortinas se deslizan suavemente a lo largo de los rieles, lo que permite abrir y cerrar el espacio según sea necesario. En días soleados puedes abrir completamente las cortinas y disfrutar del aire fresco. Por otro lado, en días fríos o lluviosos, podrás cerrar las cortinas para crear un espacio protegido. Esta flexibilidad brinda un mayor control sobre el entorno y permite adaptarlo a unas condiciones climáticas cambiantes.